Cada anfitriona quiere presentar platos excepcionales para las vacaciones de invierno, por lo que comienza a buscar recetas interesantes por adelantado y se mete la mano. ¡E imagine el deleite de las personas si les ofrece un sorbete de sandía o rodajas frescas picadas!
Muchos pensarán que esto es imposible, ya que la temporada de sandías en octubre está llegando a su fin, y es extremadamente difícil mantenerlas durante varios meses. Pero aún le enseñaremos 10 maneras efectivas de mantener una deliciosa baya para las vacaciones de invierno. Para comenzar, consideraremos los métodos populares recopilados gracias a la experiencia de azafatas de muchas generaciones, y luego daremos recomendaciones sobre la elección correcta de la sandía para el almacenamiento a largo plazo.
10. cenizas
Los kebabs de otoño no deben pasar en vano: recolecta y almacena en casa cenizas de madera, que pueden ser necesarias para almacenar calabazas. Luego, prepare un recipiente grande de madera (caja, barril, etc.), cuyo fondo esté densamente cubierto con una gruesa capa de ceniza. Coloque una sandía de suelo preseleccionada en la parte superior y vuelva a verter cenizas en la parte superior, creando una especie de "manta" para la fruta. El barril o la caja deben estar bien cerrados y limpiarse en un lugar fresco y oscuro (sótano, garaje, bodega, etc.). Si tiene su propia casa y la calienta con madera, la ceniza también puede ser útil para almacenar sandías: evitará el crecimiento de bacterias y mohos putrefactos, absorberá la condensación y la humedad.
9. musgo
Este método es uno de los más efectivos, pero está asociado con ciertas dificultades, ya que no es tan fácil encontrar musgo rápidamente. Otra cosa es si tiene su propia vivienda, y la planta ha elegido piedras mojadas o un área de valla. Como último recurso, recuerde los consejos para el futuro y recolecte el musgo de antemano en el bosque. Por lo tanto, prepare una caja de madera o un recipiente profundo y forme un nido y musgo en él, donde adhiera cuidadosamente la fruta rayada. Forme un sombrero en la parte superior y los lados con el resto de la planta. Recuerde que el musgo debe estar bien seco de antemano, no mojado. Retire el recipiente con sandía en un área fría (por ejemplo, una bodega) y almacene a una temperatura de 2-3ºС. Gire la baya todos los días, redistribuyendo la capa de musgo.
8. Cera o parafina
Este método ha sido utilizado por nuestros abuelos y abuelas. Para empezar, se selecciona una sandía muy buena y densa sin rastros de descomposición y abolladuras. A continuación, la cera o la parafina deben fundirse en un baño de vapor. Cubrimos la baya con cera líquida hasta que el grosor del “abrigo de piel” sea de aproximadamente 1 cm. Para ello deberá aplicar varias capas. Envíe la fruta a un lugar frío pero no húmedo (sótano, bodega, garaje, etc. En este caso, no es necesario volcar la baya. Los contenedores de almacenamiento también se seleccionan arbitrariamente, lo más importante, para que no atrape la condensación en su superficie.
7. agua
A primera vista, almacenar calabazas en agua puede parecer extremo e inviable, sin embargo, años de práctica, por falta de otros medios, demuestran lo contrario. Por lo tanto, necesitará agua muy fría en una cantidad suficiente para cubrir toda la fruta. Puede almacenar una sandía en un hoyo de hielo, un río de montaña o un lago (si hay alguno cerca de la casa). Pero aún así, la práctica de colocar bayas en una tina de madera, barril o caja llena de agua y colocar contenedores en un lugar frío (sótano) es más común. Recuerde que necesita mantener un nivel suficiente de agua y su baja temperatura. Es recomendable cambiar completamente el agua varias veces al mes. Y en ningún caso no permita que se congele, lo que destruye la pulpa y deja la fruta inutilizable.
6. arena
En un apartamento privado es difícil obtener cenizas o musgo, pero puede recoger arena en el patio en la caja de arena, traerla de la cabaña o incluso abastecerse en la costa del mar durante sus vacaciones. Tome un recipiente de madera profundo, llévelo a un área fresca y llénelo con arena seca (¡importante!) A medio camino. Coloque la baya sobre ella con el tallo hacia abajo (para varias sandías, es recomendable preparar recipientes separados). Espolvorea arena seca en la parte superior para que la parte superior no se asome. No permita que la humedad ingrese a la habitación. Por cierto, la arena a este respecto puede reemplazar el grano seco, que es lo que usaron nuestros bisabuelos.
5. Suspensión
Uno de los métodos más simples y menos costosos para almacenar calabazas es suspenderlas, lo que se puede implementar incluso si no hay acceso al sótano, bodega o garaje. Elija una sandía gruesa de melón grueso, envuélvala bien con un paño grueso y natural (por ejemplo, algodón). Luego, coloque la baya en una red o bolsa de hilo (es importante el contacto con el aire) y cuélguela del gancho del techo en un lugar fresco y seco (puede ser un balcón equipado, despensa). La sandía no debe tocar otras superficies, sino simplemente colgarse en el aire.
4. arcilla
Se sabe que la arcilla aísla perfectamente los objetos o productos de la humedad. Pero inicialmente, para preparar una composición viscosa, tendremos que combinar las materias primas secas con agua hasta obtener un estado de crema agria espesa. La masa resultante con un cepillo de construcción cubre de manera uniforme y densa la sandía en varias capas, y luego deja que se seque por completo. El grosor de la capa de arcilla debe ser de al menos medio centímetro. Por cierto, si no se encontró arcilla, el alabastro también puede reemplazarlo en la receta. Luego, simplemente coloque la baya en una habitación fría; puede ponerla en un recipiente de madera con aserrín o colgarla en una cuadrícula.
3. Congelación
Aquí damos un ejemplo de cómo congelar con precisión la pulpa de una sandía para que antes de servir se vea apetitosa y no pierda forma. Una hora antes de congelar las bayas, encienda el congelador al modo máximo (necesitamos alcanzar una temperatura de aproximadamente -18-23 ° C). Cortar la fruta en trozos grandes, quitando las semillas y la cáscara. Distribuya la pulpa obtenida en una capa sobre una superficie plana cubierta con película adhesiva (las piezas no deben tocarse). Envíe la bandeja al congelador; allí, en 2-4 horas, el plato se congelará por completo. Luego sáquelo, separe las piezas de la película y colóquelas en bolsas separadas para su almacenamiento, enviándolas nuevamente al congelador en modo normal.
2. paja
Coloque firmemente una capa de paja seca en un recipiente de madera (asegúrese de que no se acumulen parásitos, hongos y humedad). En la parte superior, coloque una sandía dura y molida con el tallo hacia arriba, y envuelva cuidadosamente un "abrigo de piel" de paja, incluida la parte superior. Si planea conservar varias sandías, cree particiones de paja entre ellas. La temperatura de almacenamiento en este caso no debe exceder los 5ºС. Inspeccione periódicamente las sandías en busca de podredumbre: una fruta puede propagar microorganismos y moho a las vecinas.
1. Reglas para elegir la sandía adecuada para el almacenamiento a largo plazo
Para que la cosecha de invierno vaya "como un reloj", es necesario elegir la fruta correcta, y preferiblemente varias, lo que le permitirá tener al menos una opción para la mesa festiva. Las sandías deben estar completamente enteras, sin abolladuras, huecos, grietas o incluso rasguños. Elija variedades de maduración tardía de cuerpo grueso con pulpa densa y estable (por ejemplo, Volzhsky, Postre, Melitopol, Astrakhan, etc.) Pero la variedad Kholodok se almacena mejor, con una cáscara manchada característica. El peso recomendado de cada fruta es de aproximadamente 5-6 kg. La temperatura óptima de almacenamiento es 1-3 ° C con una humedad del aire de no más del 85%, mientras que la bodega u otra sala de almacenamiento deben estar equipadas con un sistema de ventilación.
Estos sencillos consejos ayudarán a una ama de casa novata a preparar una baya de otoño para la mesa festiva, sorprendiendo a los invitados con su sabor dulce y refrescante.